que andan de camino, lejos de su tierra, y viven la experiencia de la migración.Ellos son hermanos nuestros que buscan encontrar un trabajo digno que asegure el sustento de sus familias.
Tu mismo te identificaste con ellos.
Ya que fuiste a Egipto junto con tu madre Marìa, y con José.
Ellos necesitan, además del pan material, de tu palabra de vida para no perder los valores de su cultura y de su fe.
Oh Jesús, bendice a los migrantes; guárdalos junto a tu corazón; llena sus vidas con el amor que proviene de Ti.
Bendice también a los misioneros que asisten a los migrantes y refugiados en otras partes del mundo.
Bendice los esfuerzos de nuestra diócesis, por atender las necesidades de los migrantes y sus familias.Concédenos, Señor, por intercesión de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive, encontrar caminos para ayudar a nuestros hermanos migrantes.
Que como peregrinos de la Iglesia de Dios, donde nadie es extranjero, podamos alcanzar la justicia y la paz en esta tierra, caminado hacia la patria celestial.
AMEN
Descubriendo el Siglo 21
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Tomás Del Valle-Reyes
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