Sunday, November 24, 2019

LA ORACIÓN COMO GUERRA ESPIRITUAL

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres …
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. —1 Timoteo 2:1-4,
Orar por otros es en muchas maneras la piedra angular de la guerra espiritual.
Aunque Dios ama a la humanidad, no pierde los árboles individuales por ver el bosque.
Él ama a la humanidad porque ama a cada individuo que integra el vasto mar de personas que viven en la tierra.
Dios tiene un plan para cada una de sus vidas, pero Él también necesita que quienes lo conocen se pongan de pie en la brecha por los que no lo conocen y aboguen ante el cielo a favor de ellos.
Padre, coloca en mí la unción del guerrero de oración.
Interrumpe mi agenda de hoy con los que necesitan tu toque.
Dame palabras para los que están en necesidad.
Dame oídos para oír su clamor y un corazón que sea lo suficientemente blando para sentir su dolor.
Yo decreto restauración completa de todo lo que el enemigo ha robado de sus vidas.
Por el poder de tu Espíritu, rompo toda cadena de esclavitud, sano toda herida, satisfago toda necesidad, y restauro la esperanza y el gozo que viene de la salvación por medio de tu Hijo.
En el nombre de Jesús, amén

Descubriendo el Siglo 21
Discovering 21century
Fr Tomás Del Valle-Reyes
P. O. BOX 1170
New York, NY 10018
(212) 244 4778
www.descubriendoelsiglo21.com/

Sunday, November 17, 2019

El puente de los Hermanos

No hace mucho tiempo, dos hermanos quevivían en granjas una al lado de la otra, tuvieron un encontronazo. 
Éste era el primer problema que tuvieron después de 40 años de cultivar las tierras hombro a hombro, compartir el duro trabajo y de intercambiar cosechas y bienes en forma continua. 
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido que fue creciendo hasta llegar a abrir una tremenda brecha entre ellos, que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio. Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis, uno de los hermanos. Al abrir, encontró a un hombre con herramientas de carpintero.
"Estoy buscando trabajo", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda serle de ayuda". "Sí", dijo Luis, " tengo un trabajo para usted". 
Mire, al otro lado del arroyo, en aquella granja, ahí vive mi vecino, es mi hermano menor.
La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su tractor y sus herramientas y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros como barrera que no se pueda cruzar. 
Sin duda alguna hizo esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. 
¿Ve usted aquel montón de madera junto al granero? 
Quiero que construya una cerca, de diez pies de alto, para no verlo nunca más!!. 
El carpintero le dijo: " Creo que comprendo la situación. Muéstreme dónde están la madera, los clavos y las herramientas y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho."
El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir a comprar provisiones al pueblo. 
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del atardecer, cuando el granjero regresó, el carpintero había terminado con su trabajo. 
El granjero quedó pasmado y furioso con lo que vio. 
No había ninguna cerca de dos metros; en su lugar había un puente. Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. 
Ciertamente era una verdadera obra de arte. 
En ese momento, su hermano menor, vino desde su granja, cruzando el puente, abrazó a su hermano, con los ojos llenos de lágrimas, le dijo: "Eres un gran hombre, por construir este hermoso puente después de lo que te he hecho, gracias y perdóname". 
En silencio el carpintero guardó las herramientas y se dispuso a marchar, cuando Luis, el hermano que le había contratado grito: 
¡No te vayas espera!, quédate, 
tengo muchos proyectos para ti
Pero el carpintero siguió su camino. 
Meses después llegaron las navidades. Por primera vez fueron los dos hermanos a la celebración de la misa en la parroquia del pueblo. 
Cuál fue su sorpresa cuando se fijaron en la imagen de José y el Niño 
y se dieron cuenta que no era otro que el carpintero que les había hecho el puente.
 -. “Dios y el hombre estaban separados por un abismo, pero como el carpintero, Jesucristo en la cruz se ofreció como puente. Tú no tienes que hacer nada, el puente ya está ahí. Crúzalo y podrás recibir el abrazo restaurador de Dios” 


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Saturday, November 2, 2019

Misa de Sanación 6 de Diciembre, 2019

Te invito a Nuestra misa de Sanación el Viernes, 06 de Deciembre 2019
a partir de las 7:00 PM. 
Rezaremos juntos por nuestros hermanos "Privados de Libertad" sus familias y por nosotros. St. Columba Church ,
343 West 25th Street, New York, NY 10001, entre 8va y 9na Avenidas. Si no puedes asistir, envía tus peticiones por email a
radiosigloxxi@aol.com o llama a nuestra oficina 212-244-4778 y se rezará por tus intenciones. 
P. Tomás del Valle-Reyes 
 Decimos mucho ¡Amén! pero… ¿Sabes qué significa? 
La palabra “Amén” la encontramos por primera vez en el primer libro de las Crónicas: Alaben al Señor porque es bueno. 
Porque es eterna su misericordia. 
Digan: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones, a fin de celebrar tu nombre santo y tener nuestra gloria en alabarte. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre hasta siempre: Que todo el pueblo diga: Amén. Aleluya. 
Todo el pueblo contestó «Amén» y alabó a Yavé. (1Cron 16, 34-36) Me entró la curiosidad hace poco de contar las veces que usamos la palabra “Amén” ya sea en nuestro lenguaje con Dios o en nuestras oraciones que acaban siempre con esa antigua palabra. 
Me di cuenta que son muchas las veces que la utilizamos, pero ¿Qué significa?, ¿De dónde proviene?, ¿Cuándo decirla?… Amén es una palabra aramea, de la lengua que hablaba Jesús, y significa la fuerza, la firmeza, la solidez, la estabilidad, la duración, la credibilidad, la fidelidad, la seguridad total… Y suele traducirse como “ASÍ SEA”. 
En los tiempos de la Biblia cuando se hablaba en arameo si un hombre decía “Amén” quería decir que hablaba con seriedad. 
Era casi un juramento. Desde niños se nos ha enseñado que cuando terminemos una oración digamos Amén, al hacerlo le estamos pidiendo a Dios que lo que dice e implica esa oración se haga realidad en cada aspecto de nuestra vida. 
Pero no es tan simple, debemos estar conscientes de lo que estamos diciendo cuando la repetimos tanto. 
Decir Amén implica un gran compromiso, es hacer una profesión de fe, es decirle a Dios que sí, que estamos de acuerdo con todo lo que Él nos dice, es repetirle una y otra vez que le vamos a ser fieles, es asegurar nuestra esperanza. 
Es triste que al momento de orar es como si estuviéramos conversando con alguien y al terminar ya no es necesario seguir con esa conversación, porque ya dijimos amén. Recuerda que no es necesario estar en la iglesia de rodillas para conversar con el Señor, podemos hacerlo durante el día en nuestras tareas diarias. 
El Amén es solamente el “así sea” y no el despedir o dejar de hacer lo que estaba haciendo, sobre todo cuando oramos. 
“En efecto, todas las promesas de Dios encuentran su «sí» en Jesús, de manera que por él decimos «Amén» a Dios, para gloria suya.” (2Cor 1,20) – A ti que lees ésta pequeña reflexión: “Dios te bendiga”, creo que responderás con “Amén”.

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