Te has preguntado en algún momento de tu vida
¿Qué es lo que te deprime?,
¿Qué es lo que te lleva a la depresión?
La verdadera razón de ello es la ausencia de amor en nuestra vida, pero no de un amor mundano, el que él mudo nos vende.
Sino de un amor verdadero, transcendente, el amor basado en el amor de Dios.
Piénsalo un poco, cuando te sientes deprimido es porque no te sientes amado, es porque crees que la vida no te ofrece lo que necesitas y esperas.
La razón principal de ello es que el mundo te vende
“inconformidad permanente”, mientras más inconforme te sientas más necesidades vas a tener.
Es un hecho que en nuestra sociedad actual, el consumismo exige que los medios te mantengan inconforme con lo que eres y con lo que tienes para promover que estés siempre comprando o buscando algo que te va llenar y hacer feliz, por lo tanto quiere que estés insatisfecho, inconforme o ansioso y este ciclo se repite luego de obtener lo que has buscado.
El mundo te vende estereotipos los cuales te indican lo
“Ideal”, por ejemplo
la belleza, la riqueza, la fama, el poder, el prestigio y en general buscamos sentirnos
“amados” y creemos falsamente que al lograrlo ese amor nos llenará y será suficiente, para cubrir nuestras necesidades,
sin embargo, la belleza o la fama o cualquiera de las otras se acaba y entonces volvemos a quedar con los mismos vacíos de antes ya que ese amor está basado en lo que has conseguido y no en tu propio valor como ser humano y divino.
La más grande necesidad del ser humano es sentirse amado y es por eso que creemos que si se nos admira por nuestra riqueza, fama o belleza estaremos bien, lo malo es que este espejismo desaparece tan pronto perdemos el dinero o lo que ha motivado esa admiración.
Es por ello que encuentras
drogadicción, suicidio, alcoholismo y depresión en muchos de los grandes ídolos de nuestro tiempo.
El mundo te vende
FUTURO en vez de presente:
“cuando tengas la casa de tu sueños, el marido o esposa de tus sueños, el carro o el dinero con que sueñas serás feliz”, lo que no sabes es que cuando los consigas seguirás queriendo lo mismo pero en mayores proporciones y siempre estarás
“desperdiciando” tu presente, buscando lo que quieres en el futuro.
Estos estereotipos que el mundo te muestra te llevan a la inconformidad,
porque los Brad Pitt o las Jennifer que te muestran como ideales, te hacen creer que debes pintarte el cabello, ir al gimnasio, hacerte la liposucción o el relleno en tal o cual parte del cuerpo para acercarte a ese ideal que nos venden.
El 90-60-90, que la sociedad te vende te hace sentir incomodo si no estás dentro de estos rangos, y por tanto buscas afanosamente acercarte a ellos.
La cirugía estética que más se hacen los japoneses es la cirugía de párpados, la razón de ello es que el mundo occidental, ya les vendió la idea que los ojos pequeños no están
“IN” y por tanto los pobres japoneses se sienten insatisfechos con sus pequeños ojos rasgados.
La pregunta es, entonces
¿cómo romper ese ciclo que termina siempre llevándote a la insatisfacción y a la depresión?
Hay que comenzar a cambiar estos valores, estas ideas que te encadenan.
Lo primero y más importante es tomar la decisión de
“Amarnos a nosotros mismos”, y por lo tanto a romper con el ciclo que te mantiene atado.
Empieza por vivir y disfrutar el presente, y a aceptarte tal cual eres.
Dios te ha hecho a su imagen y semejanza y no creo que Dios te vea tan deplorable.
Ese amor a nosotros mismos, no debe basarse en tu autoestima o el pensamiento positivo que el mundo te vende hoy como la gran solución para engañarte nuevamente.
Esto lo que hace es inflarte el EGO, pero con la misma rapidez que se infla, se puede desinflar.
Ten cuidado de caer
nuevamente en el pecado original, en la soberbia de creer que
“tu solo lo puedes lograr”.
Adán y Eva, lo creyeron así, se llenaron de soberbia y se alejaron de Dios.
El primer curso de Autoestima, valoración personal y pensamiento positivo se lo dio la serpiente (el Diablo) a Eva, al aceptar sus palabras en el paraíso.
Es mentira que tu solo puedes lograr las cosas, siempre estará Dios o el Diablo detrás de ti impulsándolas.
Piénsalo bien, el esfuerzo y la dedicación o el pensamiento positivo son importantes, pero si fuera solo por ello habría millones de millonarios en el mundo.
Siempre es Dios, el que está detrás de Ti, dándote lo que te falta para
“completar el peso”, el milímetro de musculo adicional para ganar la carrera, el milímetro de cerebro adicional para hacerte sobresalir en tu posición u oficio.
Tu amor a ti mismo debe estar fundamentado en el Dios que te dio la vida, en el que está contigo así no lo quieras.
Recuerda cuando eras niño y caminabas de la mano de tu padre, nada te preocupaba, te sentías seguro, podías cruzar la calle sin temor, ya que no eras capaz de hacerlo solo.
Eso mismo te pide Dios ahora que camines de su mano,
que confíes en él y así nada temerás, nada te preocupará.
Deja de auto compadecerte, tienes todo lo que necesitas para ser feliz aquí y ahora, disfruta al máximo tu presente, vívelo con intensidad y alegría,
tomado de la mano del Señor tu Dios que te ama.
Rompe ahora este ciclo que te mantiene insatisfecho, quítale valor a lo que el mundo te vende, porque eres exactamente lo que Dios necesita, para eso te ha traído a este mundo.
Y ahora te pido que escuches estas palabras que Dios mismo quiere decirte:
“Hijo/hija mía, permíteme unos cortos momentos para decirte algo.
Tienes que saber, que, Yo te he creado con mis propias manos a mi propia imagen.
Eres único e irrepetible, no hay nadie más como tú, mírate, tienes una identidad única, puedes asemejarte a alguien, pero nadie, tiene tus ojos ni tu forma de mirar, ni tus labios y mucho menos tus vivencias, ni las experiencias que has acumulado durante tu vida, eres único, te he moldeado con mis propias manos para darte la forma que, Yo necesito, eres perfecto, aunque te veas lleno de imperfecciones, todo detalle lo he revisado, no te sientas mal, si encuentras falencias o defectos, es así es como yo te necesito, acéptate a ti mismo, créeme, “no necesitas más de lo que ya te he dado”,
confía en mí, entrégate porque yo te amo infinitamente, porque aunque no lo creas eres el tesoro más grande que tengo, amate a ti mismo, eres mi propia imagen, así te he creado.
Cuando aprendas a amarte también aprenderás a amarme y a amar a tu prójimo, como yo te amo.”
Descubriendo el Siglo 21
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Fr Tomás Del Valle-Reyes
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